¿Cuáles son los efectos psicológicos del divorcio en los niños?
Los expertos dicen que esto depende. El divorcio es estresante para todos los niños pero algunos se recuperan más rápido que otros.
La buena noticia es que los padres están en la capacidad de reducir los efectos psicológicos que conlleva la separación en sus hijos.
En este artículo, veremos la forma en que el divorcio afecta psicológicamente a los niños, y algunas estrategias de apoyo que los padres pueden usar para ayudarlos a que se adapten de la mejor manera posible a los cambios que provoca el divorcio.
Tabla de contenido
Efectos psicológicos del divorcio en los niños
Aunque es probable que algunos experimenten angustia, ira, ansiedad e incredulidad, muchos parecen recuperarse y se acostumbran fácilmente a los cambios en sus rutinas diarias y los arreglos de vivienda.
Sin embargo, parece que otros nunca vuelven a ser «normales». Después del divorcio de sus padres, este pequeño porcentaje de niños tiende experimentar problemas que probablemente permanecerán durante toda su vida.
El primer año después del divorcio es el más difícil
Las investigaciones han encontrado que el primer y segundo año son los más difíciles para los niños.
En sus primeras etapas, el divorcio crea agitación emocional en toda la familia, pero para los niños, la situación puede ser bastante aterradora, confusa y frustrante:
Los niños pequeños a menudo tienen dificultades para entender por qué deben compartir su vida entre dos hogares diferentes.
También se preocupan que así como sus padres han dejado de amarse, algún día ellos también dejarán de amarlos.
Los niños más pequeños posiblemente se angustien al pensar que el divorcio ha sido su culpa porque se portaron o hicieron algo mal.
Los adolescentes suelen sentir bastante ira por el divorcio y por lo general culpan a uno de los padres por la disolución del matrimonio.
También es normal que se resientan con uno de sus padres, porque en su apreciación es el culpable de la desestabilización familiar.
Por supuesto, cada situación es única. En circunstancias extremas, si el divorcio significa menos peleas y estrés, el niño puede que se sienta aliviado por la separación.
Acontecimientos estresantes asociados con el divorcio
Por lo general, el divorcio significa que el niño pierde el contacto diario con uno de los padres.
Esta disminución en el contacto diario afecta el vínculo entre padres e hijos, y los investigadores han descubierto que muchos niños se sienten menos cercanos a sus padres después del divorcio.
El divorcio también afecta la relación del niño con el padre custodio que en la mayoría de casos es la madre.
Las madres sienten mayores niveles de estrés asociados con la crianza de sus hijos como madre soltera, y suelen ser menos comprensivas y afectivas después del divorcio.
Además, algunas investigaciones indican que su disciplina se vuelve menos consistente y efectiva.
Sin embargo, vivir con un padre soltero que se siente estresado y agotado, son solo algunos de los factores estresantes que dificultan a los niños superar el divorcio.
Otros cambios estresantes
Para algunos niños, la separación de los padres no es la parte más difícil. En cambio, los factores estresantes que acompañan al proceso son los que hacen que el divorcio sea más difícil de asimilar para ellos.
Cambiar de escuela, mudarse a un nuevo hogar y las dificultades financieras también son comunes después del divorcio.
Muchas familias tienen que mudarse a hogares más pequeños o cambiar de vecindario y, a menudo, tienen menos recursos materiales.
Nuevo matrimonio y ajustes en curso
El tiempo promedio en que la mayoría divorciados vuelven a casarse es de cuatro a cinco años. Eso significa que muchos niños soportan cambios continuos en su dinámica familiar.
La adición de un padrastro y posiblemente de varios hermanastros puede ser otro gran ajuste.
Además, si ambos padres se vuelven a casar, significa aún más cambios que el niño deberá manejar.
La tasa de fracaso para los segundos matrimonios es incluso más alta que los primeros matrimonios.
Muchos niños experimentan múltiples separaciones y divorcios a lo largo de los años.
Incremento en el riesgo de problemas mentales
El divorcio puede desencadenar un trastorno de adaptación en los niños que se resuelve en pocos meses.
Sin embargo, independientemente de la edad, el género y la cultura, los estudios muestran que los hijos de padres divorciados experimentan más problemas psicológicos.
El divorcio aumenta el riesgo de problemas de salud mental y los estudios también han encontrado que las tasas de depresión y ansiedad son más altas en niños de padres divorciados.
Incremento en los problemas de comportamiento
Los hijos de padres divorciados experimenten más problemas relacionados con la conducta que pueden incluir delincuencia y comportamiento impulsivo, en comparación a los niños de familias biparentales.
Además de presentar problemas de conducta, es probable que después del divorcio también experimenten más conflictos con sus compañeros.
El divorcio puede afectar el rendimiento académico
Es probable que los hijos de padres divorciados no se desempeñan muy bien académicamente.
Los estudios muestran que los niños de familias divorciadas obtienen calificaciones más bajas en las pruebas de rendimiento, y mayores tasas de ausentismo y deserción.
Los niños con padres divorciados son más propensos a tomar riesgos
Los adolescentes con padres divorciados tienen más probabilidades de involucrarse en conductas de riesgo, como el uso de sustancias y actividad sexual temprana.
Los adolescentes cuyos padres se divorciaron cuando tenían 5 años o menos, tienen un riesgo particularmente alto de volverse sexualmente activos antes de los 16 años.
La separación temprana de los padres también se ha asociado con un mayor número de parejas sexuales durante la adolescencia.
Problemas que pueden extenderse hasta la edad adulta
En un pequeño porcentaje de niños, los efectos psicológicos del divorcio nos acompañarán hasta su vida adulta.
Algunos estudios han relacionado el divorcio de los padres con un aumento de problemas de salud mental, uso de sustancias y hospitalizaciones psiquiátricas durante la edad adulta.
Muchos estudios proporcionan evidencia de que el divorcio de los padres podría estar relacionado con un menor éxito en su adultez en términos de educación, trabajo y relaciones románticas.
Los adultos que experimentaron el divorcio en la infancia tienden a tener un menor nivel educativo y profesional y más problemas laborales y económicos.
Algunos también tienen mayor dificultad para relacionarse. Las tasas de divorcio son más altas para las personas cuyos padres se divorciaron.
Como prevenir los efectos psicológicos del divorcio
Los padres juegan un papel importante en la forma en que los niños se adaptan al divorcio.
Las siguientes estrategias incrementan las probabilidades de reducir el costo psicológico que tiene el divorcio para los niños:
Divórciese pacíficamente y en buenos términos
Se ha demostrado que los conflictos intensos entre los padres incrementan la angustia de los niños.
Manifestaciones de hostilidad como gritarse y amenazarse mutuamente, se han relacionado con problemas de conducta en los niños.
Sin embargo, aunque la tensión no sea tan evidente también incrementa la angustia en el niño. Si tiene dificultades para llevarse bien con su ex cónyuge busque ayuda profesional.
No ponga a al niño en el medio
No es apropiado pedirles a los niños que elijan cuál es el mejor padre, el que más le gusta o usarlos de mensajeros.
Los niños que se encuentran atrapados en el medio del conflicto tienen mayores probabilidades de experimentar depresión y ansiedad.
Mantenga una relación saludable con su hijo
La comunicación positiva, la calidez de los padres y los bajos niveles de conflicto promueven una mejor adaptación de los niños durante el divorcio.
Se ha demostrado que una relación sana entre padres e hijos ayuda a los niños a desarrollar mayor autoestima y mejor rendimiento académico después del divorcio.
Mantenga una disciplina consistente
Los estudios demuestran que la disciplina efectiva después del divorcio reduce la delincuencia y mejora el rendimiento académico.
Establezca reglas apropiadas para su edad y aplique la debida disciplina cuando sea necesario.
Vigile de cerca a su hijo adolescente
Es menos probable que los adolescentes muestren problemas de conducta después del divorcio, si los padres prestan atención especial a lo que hacen y con quién pasan el tiempo.
Esto significa una menor posibilidad de uso de sustancias y menos problemas académicos
Empodere a su hijo
Los niños que dudan de su capacidad para lidiar con los cambios que ocurren durante el divorcio y aquellos que se ven a sí mismos como víctimas indefensas, tienen más probabilidades de experimentar problemas de salud mental.
Enseñe a su hijo que, aunque tratar con el divorcio es difícil, él tiene la suficiente fuerza para manejarlo.
Enseñe a su hijo habilidades específicas de afrontamiento
Estrategias de afrontamiento activas que incluyan habilidades de resolución de problemas y de reestructuración cognitiva, le permitirán al niño adaptarse mejor y más rápido al divorcio.
Enséñele a su hijo cómo manejar saludablemente sus pensamientos, sentimientos y comportamientos.
Ayude a su hijo a sentirse seguro y protegido
El miedo al abandono y las preocupaciones sobre un futuro incierto causan demasiada ansiedad en el niño.
Sin embargo si hace que su hijo se sienta amado y seguro, reducirá considerablemente el riesgo de problemas relacionados con su salud mental.
Asista a un programa de educación para padres
Existen programas que le ayudan a los padres a reducir el impacto que tiene el divorcio en sus hijos.
En estos programas, los padres aprenden habilidades y estrategias de crianza compartida que le ayudarán a sus hijos a enfrentar más sanamente el proceso de divorcio
Busque ayuda profesional
La ayuda profesional para los padres reduce el estrés. Esto es fundamental para ayudar eficazmente a sus hijos a superar el divorcio.
Practique el cuidado personal y considere la terapia de conversación, u otros recursos para ayudarlo a adaptarse a los cambios en su familia.
Es mejor no divorciarse por el bien de los niños?
A pesar del hecho de que el divorcio es difícil para la familia, permanecer juntos por el único bien de los niños puede no ser la mejor opción.
Los niños que viven en hogares en donde existe mucha discusión, hostilidad y descontento, igualmente corren el mismo riesgo de desarrollar problemas de salud mental y problemas de conducta.
Cuándo buscar ayuda para su hijo
Es normal que los sentimientos y el comportamiento de los niños cambie inmediatamente después de la separación de sus padres.
Pero, si persisten los problemas de humor o de conducta, busque ayuda profesional. Comience hablando con el pediatra de su hijo.
Discuta sus inquietudes y pregunte si su hijo necesita apoyo profesional. La terapia individual puede ayudar a su hijo a resolver sus emociones.
La terapia familiar también puede recomendarse para abordar los cambios en la dinámica familiar.
Los grupos de apoyo permiten que los niños de ciertos grupos de edad se reúnan con otros niños que pueden estar experimentando, cambios similares en la estructura familiar.